miércoles, 12 de enero de 2011

Biografías: Led Zeppelin

"En el concierto de Led Zeppelin, el resultado pretendido pareciera ser la creación de energía en los ejecutantes y el público. Para que esa magia tenga éxito es preciso que toque las fuentes de la energía mágica, y eso puede ser peligroso". Las palabras son de William Burroughs, del artículo La Magia Del Rock. El psicotrópico autor lo escribió después de asistir a uno de los recitales del grupo en febrero de 1975 en el Madison Square Garden, de Nueva York.

Cinco años después, la imagen de John Bonham ahogado en su propio vómito tras una larga juerga con su chofer, parecía confirmar el sentido oscuro de la cita mencionada. ¿Sería que el poder de sortilegio de Led Zeppelin se cobraba su precio con la vida de Bonzo? Para la prensa amarillista, gustosa de ensañarse con lo oculto y escabroso, todo calzaba. Era el fin de una banda que jugueteaba con lo oscuro, desde las interpretaciones de la letra de Stairway To Heaven , pasando por las misteriosas runas de la portada del Led Zeppelin IV, hasta accidentes y muertes rondando a sus integrantes. 

LED ZEPPELIN. De izquierda a derecha: John Paul Jones, John Bonham, Jimmi Page y Robert Plant.

Pero lo que Burroughs insinuaba era que la oculta fuerza conjurada por los Zep en escenarios y álbumes no era más que energía musical llevada hasta la cima en 12 años de carrera. Al menos eso es lo que preferimos entender. ¿Pactos con Satanás, brujerías varias? Solo especulaciones baratas.

Lo real, lo tangible en Led Zeppelin fue su rock alimentándose de un profundo blues, denso, superlativo y poderoso. Esta música tuvo que viajar desde el Delta del Mississippi hasta Inglaterra para mutar en lo que la banda generó. Y no podía ser de otra manera: Jimmi Page y John Paul Jones eran desde antes dos de los músicos de sesión más cotizados y respetados del Reino Unido, que actuaron de soporte para estrellas como Dusty Springfield o John Mayall. En la ruda escuela del trabajo de estudio, asimilaron el estilo, depuraron la técnica y se llenaron de una potencia que más tarde sería liberada. Por su parte, Robert Plant hizo avanzar un paso adelante lo que se entendía por frontman.

Arrancando en un erotismo a lo Mick Jagger, Plant puso su propio sello sexual con una voz que al gemir y acariciar explotaba un filo ambiguo y sorprendente. Bonham, a su vez, desde la batería, dejó que el ritmo crudo y profundo avanzara sin freno. Alejado de ornamentos, pero a la vez muy meticuloso, Bonzo debe ser considerado como el fundador del estilo de "baterista aplanadora", mal copiado hasta el asco en la posteridad. Mención aparte es el trabajo en estudio para lograr el sonido exacto de su instrumento, posicionando micrófonos en el techo o a tres metros de distancia, engendrando un sobrecogedor efecto de peso y profundidad.



Eso fue Led Zeppelin en el origen. Lo que vino posteriormente fue un cuidadoso viaje de ascenso y enriquecimiento. El martillo de los dioses que buscaron daba golpes que eran, por momentos, un matiz de elegante folk. Y esa resonancia étnica podía ser británica, oriental o jamaiquina. Ellos fueron siempre un grupo de oídos abiertos al resto del mundo. Otro golpe era la imaginería celta, quizás su mayor aporte conceptual al heavy metal. El siguiente impacto es una músia de muchos decibeles pero extremadamente compleja, donde los dedos de Page se confabulaban con todas las guitarras. Su aliado era el glamoroso multinstrumentismo de Jones. Es lo progresivo con una apariencia de hard rock exitoso hasta el mareo. En medio de esto, Plant se las arreglaba para ser una voz indomable sobre el escenario. El resultado total es puro lujo.

Cuesta hablar de canciones sin mencionar los discos completos. Y es difícil aislar sus placas sin romper la armonía de una carrera casi sin puntos bajos. Hay tanto para elegir y es todo tan grande. Digamos simplemente que entre Led Zeppelin (1969) y Physical Graffiti (1975), por ejemplo, podemos oír la mayor parte del mejor rock de los 70. Eso sin contar su desempeño en vivo. Tanto es así, que la película The Songs Remains The Same no es más que un pálido reflejo de lo que el grupo era capaz de hacer en directo, con fervorosas actuaciones que superaban las tres horas a estadio lleno.

Álbumes de estudio de Led Zeppelin (1969-1982)

La parte más visible del poder invocado por Led Zeppelin pudo haber sido lo que rodeó a lo musical. Con ellos se consagra el estilo de rock star salvaje qu tantos otros imitaron y hasta superaron. Destrucción de suites lujosas, televisores volando por la ventana, escándalos sexuales varios y frecuentes detenciones eran parte del reguero que dejaba el huracán Zeppelin a su paso. Todo bajo la atenta mirada del imponente Peter Grant, el duro manager que no dudaba en irse a los puños para salirse con la suya. Y, más allá del matonaje, Grant fue parte insustituible del arrasador éxito del grupo, negociando algunos de los mejores contratos de la época para una banda de rock.

La apoteosis de la gira europea de 1980 fue el atronador final de Led Zeppelin. En septiembre de ese año, la muerte John Bonham cerró con dolor una de las carreras grupales más brillantes, furiosas e influyentes de la historia del rock. Sus compañeros de banda entendieron que para un artista único como Bonzo no había reemplazante posible, y sólo quedaba disolver el clan para salir al mundo y sobrevivir de cualquier manera. Era el comienzo del fin de los auténticos depredadores mayores del rock. Los 70 se cerraban en funeral, y algo distinto debía nacer. Led Zeppelin no sería parte de los nuevos tiempos, por los menos no con una carrera activa, pero el murmullo de sus geniales riffs, el trueno de sus tambores, el relámpago vocal y la suave brisa de sus teclados se convirtió en el eco de un big bang que no podemos dejar de oír.

Fecha de lanzamiento Título Discográfica
12 de enero de 1969 (USA) Led Zeppelin Atlantic
22 de octubre de 1969 Led Zeppelin II Atlantic
5 de octubre de 1970 Led Zeppelin III Atlantic
8 de noviembre de 1971 Led Zeppelin IV Atlantic
28 de marzo de 1973 Houses of the Holy Atlantic
24 de febrero de 1975 Physical Graffiti Swan Song
31 de marzo de 1976 Presence Swan Song
15 de agosto de 1979 In Through the Out Door Swan Song
19 de noviembre de 1982 Coda Swan Song

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