Con Black Sabbath, el poder del rock toma otra forma: el de una serena e implacable oscuridad, como si en el ocaso de una era luminosa (los 60) hubiese llegado el turno de las criaturas de la noche. No hay que reducir el aporte de esta enorme banda a su jugueteo con lo siniestro. No hay que tomar ese camino, demasiado fácil y casi errado.
Desde el nombre elegido, los Sabbath se entretuvieron con un espectáculo gótico de película de horror serie B, no pocas cruces y espectros varios. El puntal de su sonido es la angustiosa voz de Ozzy Osbourne junto a la retorcida guitarra de Tony Iommi, que construyen una dupla con densidad propia. Desde atrás, pero no con menos importancia, Bill Ward en batería y Geezer Butler en bajo, completan rítmicamente una propuesta destinada a estremecer la escena y a cambiarla sin vuelta atrás. Aún así, el verdadero patrón era y es Iommi. Desde las seis cuerdas marca los tiempos del grupo, con sus idas y venidas de penumbra en penumbra. Es como si las cuerdas medio sueltas y extremadamente sensibles se soltasen para amarrar en una catarsis de tinieblas.
BLACK SABBATH. De izquierda a derecha: Ozzy Osbourne, Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward. |
El acierto de Black Sabbath es mirar el mundo desde las frecuencias bajas. La tensión resultante solo puede ser equilibrada por el aullador delirio de la voz de Ozzy. Este tipo de frecuencias, que en la naturaleza sólo te las muestran los truenos y los terremotos, son el territorio propio de Black Sabbath. En verdad, los Sabbath desataron fuerzas que estaban aún encubiertas en los límites de la psicodelia y el rock experimental de los tempranos 70. Con sabiduría, decantaron algunos elementos progresivos para armarse de un blindaje que los mantuvo en la cima por años.
Videoclip de Iron Man
Hay canciones donde todo se hace evidente: Sweet Leaf toma vuelo para ir llenando el vacío con esa guitarra que no chilla, sino que ruge. The Wizard engaña con su armónica inicial, porque lo que sigue no es melancolía blusera, sino que es otra vez la tierra que se mueve. War Pigs anuncia con sirenas el bombardeo que viene. Y esa sirena es doble si quien canta se apellida Osbourne.
Álbumes de estudio de Black Sabbath (1970-1995) |
Black Sabbath mismo, en las siguientes encarnaciones, trató de volver a tener ese mismo peso sonoro, con irregular éxito. Un devastador Ronnie James Dio supo hacerse notar y macar territorio allí donde parecía imposible hacerlo, en el puesto de Ozzy. Su paso fue mucho más que un reemplazo, alcanzando el nivel como para mantener vigente a una banda pionera con sus laureles resplandeciendo. Pero aún así, su esencia está ahí, escondida en lo hecho durante 1970 y 1978. Allí yace el Sabbath necesario, el imprescindible.
Fecha de lanzamiento Título Discográfica 13 de febrero de 1970 Black Sabbath Vertigo, Warner Bros. 18 de septiembre de 1970 Paranoid Vertigo, Warner Bros. 21 de julio de 1971 Master of Reality Vertigo, Warner Bros. 25 de septiembre de 1972 Black Sabbath, Vol. 4 Vertigo, Warner Bros. 1 de diciembre de 1973 Sabbath Bloody Sabbath World Wide Artists, Warner Bros. 28 de julio de 1975 Sabotage Nems, Warner Bros. 25 de septiembre de 1976 Technical Ecstasy Vertigo, Warner Bros. 28 de septiembre de 1978 Never Say Die! Nems, Warner Bros. 25 de abril de 1980 Heaven and Hell Nems, Warner Bros. 4 de noviembre de 1981 Mob Rules Vertigo, Warner Bros. 7 de agosto de 1983 Born Again Vertigo, Warner Bros. 28 de enero de 1986 Seventh Star Vertigo, Warner Bros. 1 de noviembre de 1987 The Eternal Idol Vertigo, Warner Bros. 1 de abril de 1989 Headless Cross I.R.S. 20 de agosto de 1990 Tyr I.R.S. 22 de junio de 1992 Dehumanizer I.R.S. 31 de enero de 1994 Cross Purposes I.R.S. 8 de junio de 1995 Forbidden I.R.S.
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